| dc.description.abstract | El uso de la tecnología en la educación ha ido aumentando progresivamente en correspondencia con el desarrollo tecnológico. En ocasiones los docentes que han incorporado las tecnologías en el diseño de sus cursos, han reducido sus posibilidades a los aspectos didácticos, considerándolo tan sólo como un recurso más del docente para enseñar, pero en realidad es indispensable su empleo para favorecer el aprendizaje, el proceso de construcción del conocimiento de los estudiantes y desarrollar habilidades para la gestión de información, así como crear competencias básicas para resolver problemas del mundo real, ya que debemos no solo ser receptores pasivos de información sino también creadores de conocimiento.
Cada vez más las organizaciones están reclamando competencias tales como trabajar en grupo, socializar el conocimiento, aprender a aprender, gestionar eficazmente la información y el conocimiento, fomentar la iniciativa y la comunicación, entre otras, las que constituyen fuentes muy importantes de valor en una organización. El diseño de los cursos virtuales debe contemplar el desarrollo y socialización de estas competencias, llamadas también competencias blandas, y las indicaciones metodológicas formuladas en el presenten trabajo deben contribuir a potenciarlas. En ello es fundamental el papel del docente en la planificación, organización, orientación, evaluación y desarrollo de un curso virtual, ya sea semipresencial o completamente a distancia. | es_ES |
